domingo, 22 de marzo de 2009

David Hume

Venga, que este es cortito y sólo ocupa una página ^^

Filosofía de la Edad Media

Antecedentes de la filosofía moderna
Descartes

DAVID HUME: 1711-1776

David Hume coloca a la filosofía en su apartado del conocimiento casi en un callejón sin salida.

Divide los contenidos de la mente (lo que son las percepciones) en impresiones e ideas:

-Impresiones: datos de la experiencia presente. Son las sensaciones, las emociones, etc. Todo lo que llega a mi cabeza ante un determinado acontecimiento.

-Ideas: son imágenes debilitadas de las impresiones que aparecen cuando pensamos.

La relación entre ellas es el principio de copia. Para saber si una idea se corresponde con algo de la realidad hay que preguntarse a qué impresión corresponde esa idea. Hume plantea la realidad de las ideas, y dice que si se habla de ideas sin impresión, se está hablando de ideas sin sentido. Esto supone acabar con parte de la metafísica de esa época, ya que rechaza cualquier idea que no se corresponda con ninguna impresión.

Rechaza también:

· La idea de sustancia (lo que era el sustrato en Aristóteles), ya que no proviene de ninguna impresión, es sólo un conjunto de ideas que ha unido nuestra imaginación.

· La idea del “yo” como sustancia: el “yo”·es un conjunto de percepciones que nos llegan a lo largo del tiempo unidas por la imaginación.

· Las ideas universales, por ejemplo, ya no existe la impresión de hombre.

· La relación causa-efecto. Sostiene que el efecto es distinto a la causa y no podríamos descubrirlo en ella. Es una relación que no se puede conocer a priori, sino sólo a través de la experiencia, de que hay unos hechos que suceden detrás de otros constantemente, pero no sabemos que esa conexión sea necesaria. Es la costumbre lo que nos lleva a relacionarlos.

Será la costumbre la que guía la vida del hombre, pero ésta no produce conocimiento riguroso, sino sólo creencia, y la creencia es más un sentimiento que un acto de razón. A lo máximo que podría llegar el hombre es a esa creencia y costumbre.

Con Hume el empirismo llega a unos límites a partir de los cuales no se puede continuar. Tenemos un gran escepticismo que duda de la posibilidad del conocimiento. Es el epílogo irracionalista del empirismo, la desconfianza de la razón nos hace pensar que no nos puede llevar al conocimiento.

Con una razón que no puede llegar al conocimiento, Hume propone el instinto, la pasión. En determinados momentos la razón aparece casi como un instinto. Con relación a la ética, la razón aparece como esclava de las pasiones, que son las que nos guían moralmente.

Tendrá que venir Kant a salvar la razón, pero eso no se producirá sin costes. Uno de ellos será que sólo podremos conocer el fenómeno, la realidad tal cual es no se nos aparece y no la podremos concer.


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